Enamorarme de mi destino
El cambio está dentro y es el momento de proyectarlo.
No me conformo y quiero ser parte del movimiento, del aquí y del ahora. El rumbo, ¿hacia dónde?
A veces hay que dejarse llevar por las sensaciones y poner las condiciones para que la vida se exprese. Y ése es mi estado personal, decidiendo pero meciéndome agradecida a mis instintos más primitivos, que me lleven a lo desconocido porque donde estoy es confortable, o no tanto...
La vida son instantes y en mi amanecer y mi anochecer quiero cada día pasión por vivir, no me interesa vegetar ni bailar al son de los zarandeos provocados por una sociedad convulsa.
Es tiempo de focalizar mi energía y de enamorarme de mi destino.
Fotografía tomada en la Comarca de Daroca, Zaragoza.
2 comentarios
Ana -
Tú también eres un ejemplo para mi por tu capacidad de trabajo y de tesón.
Yo también quiero estar a tu lado!
belén -
Impresionante tu ejemplo con todo lo que emprendes ahora.
Espero estar siempre cerca para verlo