Con los siete sentidos
Siete más uno de propina que no lo tiene cualquiera, y es que el sentido común como bien dice el dicho, es el menos común de los sentidos...
La vista, con la que vemos, y apreciamos o despreciamos, siguiendo las pautas de lo bello, donde una imagen que retenemos nos ofrece para siempre una fotografía perfecta.
El oído, la melodía de la música, escuchar la voz de alguien que merece la pena, un susurro sintiendo el aliento.
El gusto, los placeres de la mesa siempre compartidos, el distinto sabor de las tres fases del té.
El olfato, de tierra mojada y hierba fresca, aroma suave de café, a la ternura del recién nacido y el olor a África...
El tacto, estrechando la mano amiga, irrumpiendo en el recién llegado, suave indiscrección en la mejilla...
La intuición, aquello que sucede por dentro para luego reflejarse ahí afuera, punzada de dudas sin llevar a la práctica y magia que sólo ocurre porque sí.
Y el séptimo: el alma, que siente y padece; registro de sensaciones y emociones mil, dormita en la noche preparándose para un nuevo día, cada día un mundo nuevo, vapuleando con fuerza a los que tenemos el corazón en la mano esperando que se nutra de sentimientos y emoción.
2 comentarios
Ana -
Maria Jose -
Por eso este blog está repleto de sentido y sentimientos. Porque el alma que lo habita está llena de LUZ.