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Ana Sanz Campos

El negocio de las pateras

El negocio de las pateras

Las noticias dantescas, cuando son repetitivas en el tiempo y en las imágenes que nos muestran, dejan de tener interés y se acomodan al capricho de la costumbre. Ya no nos conmociona, ya no nos alerta, tiene que subir el tono y la presión emotiva para que algo en nuestro interior se revolucione... Cuando éso ocurre, falta todavía una segunda parte: que lo expesemos de alguna manera.

Desde aquí y desde allí, todos estamos aunque sea indirectamente "subidos al carro". La llegada de personas desde países con un bajo índice de desarrollo de una forma "ilegal", "no controlada", "alternativa", o como se le quiera llamar, al final... es un negocio. Vale que íntrinseco en la sociedad de hoy vaya parejo: felicidad=materialismo, y mucha gente quiera ganar dinero fácil y rápido, pero el problema viene cuando aprovechándose de unas circunstancias más ventajosas que las de otros, se explota a los demás. 

Desde las mafias que controlan los puntos de salida claves en estos países, los "pisos patera", las "camas calientes", los empresarios o individuales que "mal pagan" por un trabajo que no haría nadie de aquí, los acuerdos entre gobiernos que negocian llamándolo cooperación al desarrolo y utilizan la inyección de dinero o la gestión de programas para los países de origen a cambio de expoliarles sus recursos naturales...

Sólo en el 2007 el presupuesto del gobierno de España para repatriaciones y atención a menores en centros de acogida se ha estimado en 55 millones de euros. Si los Estados del llamado primer mundo, se comprometieran a invertir esas cantidades de dinero en los países de origen... seguramente no habría tanta gente jugándose la vida en embarcaciones de "mala muerte", pagando sumas astronómicas para ello, sin ninguna garantía de lo que van a tener aquí y la vida que van a llevar. Así se contribuiría directamente al desarrollo económico y social de allí y se lucharía de verdad contra la emigración clandestina, que tantos dolores de cabeza está provocando en los políticos y en algunos sectores de la sociedad.

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