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Ana Sanz Campos

Los respiraderos del alma

Los respiraderos del alma

La foto sólo es una imagen simpática de Vilma posando con un antifaz, pero me viene bien para ilustrar lo que quiero decir.

A veces nos situamos tras la máscara, mirando a los demás con los ojos del corazón, pero sin permitir que nos quedemos al descubierto. Es una forma de mantener la distancia, de marcar una barrera entre lo que hay fuera y dentro de nosotros mismos. Para evitar que nos puedan hacer daño, en nuestra sociedad buscamos a menudo los estímulos externos que nos hagan sentir: A través de una película, de la música, de una llamada de teléfono o de una conversación, de realizar unas compras, o simplemente con el egoísmo de hacer algo para los demás con el objetivo de hacernos sentir bien. Es realmente complicado que las emociones sean puras, nazcan solas o salgan sólo de dentro, o al menos, a mí me lo parece. Hace unos días, hablando de este tema con un amigo, surgían las dos cuestiones: tener la sensibilidad a flor de piel, o buscar la suficiente paz interior que no te haga sobresaltar cada vez que hay una sensación en tu vida. 

Por primera vez pensé que se puede estar "enganchado" al mundo de las emociones, intentando saborear cada una de ellas, y el día que no se tienen... inventarlas para no echarlas de menos. Así que me he dado cuenta de que contradictoriamente busco las dos cosas... Por éso, el corazón como motor incansable, de vez en cuando necesita que lo "engrasemos" y que abramos "el respiradero"... parar, serenarse, y tomar aliento fresco.

Mientras sea verdadero, me da lo mismo que sean de fuera o de dentro, y a pesar de los riesgos de "quemaduras", de que acabe estropeándose por el uso, o dañándose por el mal uso, prefiero que la maquinaria interior siga en marcha y sin antifaz, ya que hace tiempo que decidí tirar "el frasco".

7 comentarios

Ana -

Gracias por tu comentario Alicia.
Un saludo

ALICIA ESPINOSA -

Lastima no tener tiempo para leerte mas a menudo.
Totalmente identificada con lo que expresas,luchando siempre con mi parte blanda,sufridora del dolor ajeno,porque,como no sentir asi con todo lo que nos rodea,y luchando digo,a la vez, para disimular,para ser mas fuerte .Que la gente no va por el mundo asi!!
Conste que mi actitud no me hace pesimista,al contrario,que como ejemplo estas tu y tantos otros...

Ana -

Sí, pero ahí está el aprendizaje, no? en tener la serenidad suficiente para no caer en la negatividad de algunas personas y seguir siendo positivo, a pesar de lo que hay alrededor...
Gracias por tu comentario y un saludo

Ico -

Con el paso del tiempo las personas que vamos al descubierto, nos llevamos demasiados socarrones, y nuestra alma nos hace generar un mecanismo de autodefensa, nos genera un veloprotector, el cual intenta no dar todo nuestro fondo interior, es muy peligroso ir hoy en dia totalmente al descubierto, todas las personas tenemos que tomar de decisiones en nuestras relaciones intersocietarias, y en ellas te llevas grandes sorpresas de lo hipocrita que es nuestra sociedad, entonces hay que tener un corazon muy grande, para saber ser tú mismo y no dejar salir el tigre que llevamos dentro, devorando y poniendonos a la altura de quien nos intenta engullir

Un saludo y hasta otra.

Ana Sanz -

Totalmente de acuerdo Ana.
Lanobil, muy interesante tu blog, creativo y con textos preciosos.
Esta es la magia de internet, que conecta pensamientos, experiencias y reflexiones entre personas que no se conocen de nada.
Un saludo

Ana -

Merece la pena asumir el riesgo de quemarse, por el simple hecho de existir la otra opción: el placer de las buenas sensaciones, de los buenos sentimientos, y sino arriesgamos perdemos ambas oportunidades. Y es lo que nos hace al fin y al cabo sentirnos vivos.

lanobil -

Nadie va completamente al descubierto, pero en intentarlo está tú mérito. Esta es una sociedad de fachadas compensatorias y falsas apariencias. Un saludo y espero que puedas visitarme