Ordenanza cívica
Zaragoza es una ciudad de tamaño medio donde afortunadamente no se dan grandes conflictos entre los vecinos. Una de las cuestiones más problemáticas y que genera más tensión, es la originada por el efecto llamado "botellón". Ahí sí parece que, excepto los que lo hacen, el resto de la gente está de acuerdo: hay que tomar medidas para evitarlo, o al menos minimizar las consecuencias que la práctica de éste acarrea...
Por ello, los representantes políticos en la ciudad de Zaragoza, en el mes de noviembre llegaron de forma unámine a una conclusión: había que preparar un texto para presentar y aprobar una ordenanza cívica. Dicho y hecho, el borrador ya está y ha habido algunas reuniones para debatirlo entre los grupos políticos para incorporar propuestas y realizar alegaciones. Pero CHA e IU han presentado una moción conjunta en el útimo pleno municipal del 25 de enero, porque según Carmen Gallego concejal de CHA: "no podemos cercenar los derechos fundamentales de los individuos".
Y digo yo, ¿de qué individuos estamos hablando cuando no les queremos disminuir sus derechos? Precisamente por éso, para que aquellas personas que quieren una convivencia tolerante, basada en las normas básicas de la educación, respetuosa con los demás y con los espacios públicos de su entorno, tengan protegidos sus derechos. Esta ordenanza no servirá para perjudicar ni perseguir a nadie, ni tiene vocación represora, más bien todo lo contrario, ya que podrá ser un instrumento de prevención o en su caso de sanción para aquellas conductas que perjudican o imposibilitan la convivencia entre los ciudadanos.
2 comentarios
Ana -
Un saludo y gracias por tu comentario.
Pedro -
un salaudo