Lar Tiberiades
Es un hogar. La Hermana Carmen se encarga de recalcarlo porque realmente ése es el sentido que ella le ha impregnado a este lugar desde que inició el proyecto hace cinco o seis años.
Inicié mi sección de Personajes en este blog allá por enero del 2007 con un post dedicado a ella. Son unas breves líneas, ya que tiene un currículum increíblemente extenso, en especial de personas a las que ha ayudado durante todos estos años de su misión en Mozambique.
Después de estos días con ella y convivir con su trabajo, tengo claro clarísimo una palabra que la define: salvavidas.
Gracias a su tesón y a su inagotable fuente de energía, ha sido capaz de convertir en realidad un hogar para 38 niñas, vulnerables porque la pobreza, la orfandaz o las enfermedades se ceban con ellas.
No son 38 niñas, son personas con una historia detrás que conmueve, que hace palpitar las entrañas y que cuando estás allí te llena de emoción por la capacidad de lucha que tienen. Porque sin conformarse con lo que el destino les ha deparado, consiguen ver en el amanecer de un nuevo día una oportunidad para salir adelante.
Con esa fuerza me quedo, absolutamente convencida de lo privilegiada que soy al conocerlas y haber podido compartir instantes con ellas.
Aquí hay más información sobre actividades que algunas ONG organizan en el Lar. Esta es la memoria de un campo de trabajo realizado este verano en Catembe.
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